Desde hace más de un año, llevamos trabajando en algo que va mucho más allá de la tecnología: una experiencia capaz de emocionar, de conectar con los paisajes, con el arte, con las raíces. Hoy podemos decir con orgullo que el Vivero de Realidad Virtual de la Fundación ENAIRE ya es una realidad, y lo hemos montado con mucho cuidado, dedicación y visión.
Este espacio —situado en las Naves de Gamazo de Santander— es accesible para todos, tanto en persona como desde cualquier lugar del mundo. Solo necesitas unas gafas de realidad virtual o tu propio móvil. La experiencia está preparada para ser inmersiva, intuitiva, y sobre todo, memorable.
En el vivero podrás adentrarte en más de 30 imágenes 360º capturadas con drone en alta calidad, recorriendo paisajes como la Sierra de Gredos, el Delta del Ebro, las islas Baleares o la costa cantábrica. También podrás revivir exposiciones únicas como la de Chema Madoz, que hemos digitalizado para que no se pierda nunca.
Para mí, no ha sido solo un proyecto técnico, sino un viaje personal. He recorrido cientos de kilómetros documentando rutas, patrimonio y naturaleza. He volado drones con cámaras Hasselblad, montado equipos en lugares remotos, y he transformado todo ese material en una experiencia accesible para todos.
🔗 Puedes visitar el vivero desde aquí:
👉 https://fundacionenaire.es/actividad/vivero-de-realidad-virtual/
Lo que hemos montado no es solo una exposición virtual: es una puerta abierta al territorio, al arte, y al futuro de la cultura.
Este espacio —situado en las Naves de Gamazo de Santander— es accesible para todos, tanto en persona como desde cualquier lugar del mundo. Solo necesitas unas gafas de realidad virtual o tu propio móvil. La experiencia está preparada para ser inmersiva, intuitiva, y sobre todo, memorable.
En el vivero podrás adentrarte en más de 30 imágenes 360º capturadas con drone en alta calidad, recorriendo paisajes como la Sierra de Gredos, el Delta del Ebro, las islas Baleares o la costa cantábrica. También podrás revivir exposiciones únicas como la de Chema Madoz, que hemos digitalizado para que no se pierda nunca.
Para mí, no ha sido solo un proyecto técnico, sino un viaje personal. He recorrido cientos de kilómetros documentando rutas, patrimonio y naturaleza. He volado drones con cámaras Hasselblad, montado equipos en lugares remotos, y he transformado todo ese material en una experiencia accesible para todos.
🔗 Puedes visitar el vivero desde aquí:
👉 https://fundacionenaire.es/actividad/vivero-de-realidad-virtual/
Lo que hemos montado no es solo una exposición virtual: es una puerta abierta al territorio, al arte, y al futuro de la cultura.